Díselo con mimos

Quieres a tu coche. Demuéstraselo.

Se acerca ese día en el calendario que nos recuerda que tenemos que decir más te quiero y, sobre todo demostrarlo. Y nosotros sabemos que estás enamorado de tu coche, por eso confías en nuestras manos para tratarlo con cariño.

Y, como todo en la vida, los actos demuestran más que las palabras. Hoy te contamos cómo mimar a tu coche para que vuestra relación sea lo más larga posible y podáis disfrutar el uno del otro al máximo.

  • ¡Lávalo!

Sí, sí, sabemos que lo haces de vez en cuando. También sabemos que podrías hacerlo más. La suciedad es corrosiva y hace que la pintura de nuestro vehículo pierda brillo y propiedades. Recuerda que el interior también debemos limpiarlo y que en las entradas de aire suelen colarse pequeños intrusos que debemos sacar.

  • Cambia los limpiaparabrisas

No, no son eternos. Son la extensión de nuestros ojos en momentos de lluvia o nieve, y si no rinden al 100% pueden no ser seguros. Pero es que además, unos limpiaparabrisas desgastados que no barren bien pueden perjudicar a la larga la salud de nuestras lunas. El final del verano suele ser la mejor época para renovarlos.

  • El líquido anticongelante sólo vive dos años

Y no es necesario esperar a que nuestro mecánico nos diga que tenemos que cambiarlo. Esto nos permite alargar la vida del motor. Así que ya sabes: cada dos años hay que cambiarlo.

  • La batería necesita algo más que una carga

Sabemos que hay que cambiarla o recargarla en momentos concretos, pero poca gente sabe que podemos alargar su vida prestándole un poco más de atención. Si ves que los bordes de tu batería presentan ácido, utiliza agua y un cepillo para retirarlo. Así le daremos la oportunidad de sobrevivir un tiempo más.

  • Pulir los faros: sus ojos son los tuyos

Con el paso del tiempo, el policarbonato o el vidrio en el caso de los modelos más antiguos, se va opacando, reduciendo el impacto de la luz en carretera. Un pulido permitirá que tu coche se vea más estético y sobre todo mejorará tu seguridad.

  • Prepáralo para grandes trayectos.

Dale la oportunidad de rendir al máximo y con el máximo nivel de seguridad cuando vayas a enfrentarte a un trayecto largo. Llévalo a una revisión que te permita ponerle a punto para una situación en la que se verá expuesto durante muchos kilómetros.

Y muchas otras pequeñas necesidades (que se convierten en grandes) que podríamos seguir contándote. Por el momento te dejamos estas pequeñas píldoras para recordarte que el amor se demuestra cuidando. Así que este San Valentín no te olvides de él.

¡FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD!

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